Cal Raleigh hace historia y mantiene viva la persecución de Judge

En una temporada donde cada batazo parece acercarlo más a la inmortalidad, Cal Raleigh volvió a escribir su nombre en los libros de récords. El receptor de los Marineros de Seattle disparó sus jonrones 55 y 56 en el Kauffman Stadium, con lo que dejó atrás a Mickey Mantle como el ambidiestro con más cuadrangulares en un año y alcanzó la marca de Ken Griffey Jr., ídolo eterno de la franquicia.
El primero de la noche viajó 419 pies y salió a 109.5 mph, un estacazo que sirvió para derribar una marca de más de seis décadas. Apenas un inning después, el “Big Dumper” volvió a sacudir el madero y se colocó a la par de Griffey, quien había establecido el récord de Seattle en 1997 y 1998 con 56 vuelacercas.
Pero la hazaña de Raleigh no se limita al simbolismo. Hoy, martes, con 11 juegos todavía en el calendario, el cátcher de 28 años lidera la Liga Americana en jonrones (56) y carreras impulsadas (118), y mantiene intacta la ilusión de alcanzar los 62 que Aaron Judge conectó en 2022, cifra máxima en la historia del joven circuito.
Además, la forma en que lo consiguió volvió a ser histórica: cuadrangulares desde ambos lados del plato, algo que ha hecho en cinco ocasiones en su carrera y dos veces este año. Solo un puñado de jugadores de Seattle han logrado semejante rareza.
De este modo, Raleigh no solo se ganó un sitio en la conversación para el Premio al Jugador Más Valioso, sino que también consolidó su lugar como la nueva cara de los Marineros. Lo que parecía una buena temporada ya es legendaria, y el martes en Kansas City podría ser recordado como la noche en que el “Big Dumper” dejó de perseguir fantasmas del pasado para comenzar a crear los suyos propios.