A pesar de los pesares el béisbol mexicano sigue dando joyas.

Los jóvenes prospectos mexicanos: Diego Carrillo Navarro, Freddy Adán Peñuelas Castro, Alexis Mauricio González Rábago y Joselo Lavagnino. Fueron firmados por los Yankees de Nueva York en días recientes.


Todos tienen 17 años. Los tres primeros son lanzadores, el último receptor. El primero es de Puebla y los últimos tres de Sinaloa.
Siempre que exista una firma de talento mexicano para el extranjero es motivo de alegría. Y no se trata de cualquier organización, ¡Son los Yankees!.


Aquí hay que aplaudir y reconocer la labor que a lo largo de décadas ha hecho por el beisbolista mexicano Lee Sigman. Es el caza talentos de los Yankees. Nos da gusto verlo bien, activo y que sigue recomendando mexicanos para los Yankees.


A pesar de los pesares y de la gran competencia que ya existe en el béisbol a nivel global. El talento mexicano continúa llamando la atención para el béisbol de Estados Unidos. Sin embargo pensamos que pudiera haber más.


Qué bueno fuera que existiera en México un programa donde, equipos profesionales, institutos del deporte trabajaran coordinados para ayudar el único surtidor de ese talento en nuestro país: El béisbol infantil y juvenil en México representados por movimientos como: la Asociación Nacional de Liga Infantiles y Juveniles de la República Mexicana y Williamsport.


Hay que darle todo el crédito del mundo al beisbol infantil en México, que con recursos de los papás y algunas gestiones con patrocinadores han sostenido el movimiento por décadas. Con más ganas y empirismo que metodología, los peloteritos en base al talento que ya traen se desarrollan en las decenas de campos infantiles a nivel nacional.


Ha habido algunas raras excepciones de apoyo de equipos profesionales en México e Institutos del Deporte para el béisbol infantil; contadas, continuo.
Ha habido algunos programas gubernamentales que son más foto, pose que otro cosa. Pero nada sustancial, con visión de largo plazo.


Se imaginan ese talento que hay en México para la pelota desarrollado a su tiempo, sin adelantar procesos, con metodología, apoyados en las ciencias aplicadas al deporte. Lo sé, suena a primer mundo. Espero verlo algún día en nuestro país. Amanecerá y veremos.