La noche del sábado quedará grabada en la memoria de la lucha libre mundial. John Cena, uno de los nombres más influyentes en la historia de la WWE, dijo adiós de manera definitiva a los encordados en una función que combinó emoción, respeto y legado.

El Saturday Night’s Main Event, celebrado en el Capital One Arena de Washington, fue el escenario elegido para el último combate del 17 veces campeón mundial. Bajo el lema The Last Time Is Now, cerca de 20 mil aficionados acudieron conscientes de que presenciarían el cierre de una trayectoria que marcó a toda una generación.

El combate final enfrentó a Cena con Gunther, el “General del Ring”, quien asumió el rol de antagonista desde el arranque, imponiendo su fortaleza física y castigando sin tregua al veterano luchador. A pesar del castigo recibido, Cena encontró energía en el respaldo del público y logró aplicar el Ajuste de Actitud, provocando una explosión de júbilo en la arena.

La respuesta de Gunther fue inmediata. Resistió los conteos y elevó la intensidad con ofensiva constante, llevando la lucha fuera del ring y hasta la mesa de comentaristas. Ahí, Cena apeló a la experiencia para estrellar a su rival, manteniendo viva la esperanza de un cierre heroico.

El desgaste, sin embargo, terminó por inclinar la balanza. De regreso al cuadrilátero, ambos intercambiaron movimientos decisivos hasta que Gunther logró someter a Cena, silenciando momentáneamente a la arena y marcando el final del combate.

Más allá del resultado, el cierre estuvo cargado de simbolismo. Cena permaneció en el centro del ring recibiendo una ovación total, mientras figuras como Cody Rhodes y CM Punk encabezaron el reconocimiento final, entregándole un cinturón que representó su legado.

Así concluyó la carrera de John Cena en la WWE: sin triunfo en su última lucha, pero con el respeto absoluto del público y el lugar asegurado entre las más grandes leyendas de la lucha libre profesional.