El Real Madrid gana, la polémica brilla más que el fútbol

El debut del Real Madrid en la Champions League estuvo lejos de ser un partido tranquilo. El conjunto merengue venció 2-1 al Olympique de Marsella en el Santiago Bernabéu, pero lo hizo con la sombra arbitral marcando el ritmo del encuentro más que el propio fútbol.

El guion parecía claro: el Madrid dominaba, Mbappé generaba peligro y el gol local se veía venir. Sin embargo, un error en la salida permitió a Timothy Weah silenciar el estadio con un disparo potente que adelantó al Marsella (0-1).

Hasta ahí, todo transcurría en términos futbolísticos. El problema llegó después. Rodrygo cayó en el área tras un choque fortuito con un defensa, y el árbitro sancionó penalti. Mbappé lo transformó y puso el empate (1-1), mientras las protestas visitantes se hacían notar.

La segunda parte ofreció el episodio más discutido: una mano clara de Éder Militão dentro del área fue ignorada, pero minutos más tarde, una acción donde Facundo Medina barrió limpiamente a Vinícius acabó castigada con otro penalti, porque el balón rozó en el brazo del defensa argentino. Mbappé volvió a ejecutar y firmó el 2-1 definitivo, en un disparo que Rulli casi detiene.

El Madrid celebró, sí, pero el ruido quedó en la polémica. El Marsella se marchó con la sensación de haber sido castigado por el silbante, mientras el campeón español suma tres puntos que valen, pero que dejan un sabor amargo en la discusión futbolística: ¿ganó el Madrid o perdió el Marsella ante el arbitraje?