Flamengo impone su jerarquía y conquista su cuarta Copa Libertadores al vencer 1-0 a Palmeiras
En un duelo cargado de intensidad, pierna fuerte y tensión propia de una final continental, Flamengo derrotó 1-0 a Palmeiras en el estadio Monumental y se proclamó campeón de la CONMEBOL Libertadores, sumando así el cuarto título de su historia en el certamen.
El encuentro comenzó con ambos equipos decididos a golpear primero. Palmeiras y Flamengo propusieron un inicio dinámico y físico, aunque sin ocasiones claras en los primeros minutos. La disputa fuerte se hizo notar desde temprano: Raphael Veiga fue amonestado al 12’ y quedó condicionado para el resto del partido.
Con el correr del reloj, Flamengo empezó a ganar metros y llegó con mayor peligro. A los 15’, Bruno Henrique tuvo la primera aproximación seria con un remate alto y, un minuto después, Samuel Lino volvió a exigir con un disparo cruzado que salió desviado. Recién al 20’ respondió Palmeiras con un cabezazo de Vitor Roque que terminó en el techo del arco de Agustín Rossi.
El Mengao dominó buena parte del primer tramo del partido, aunque también cayó en un juego excesivamente friccionado. Las amonestaciones comenzaron a acumularse y varias infracciones subieron la temperatura del duelo. De Arrascaeta vio la amarilla por una entrada fuerte, y poco después Erick Pulgar respondió con una patada a Bruno Fuchs que no pasó de tarjeta, pese a la dureza de la acción. Jorginho también fue amonestado en medio del clima tenso que se adueñó del cierre del primer tiempo, que terminó 0-0 sin demasiadas emociones.
Para el complemento, Flamengo retomó el control y mostró nuevamente la postura ofensiva de su arranque. Palmeiras, por su parte, batalló para sostener el cero, pero le costó conectarse en ataque. Hasta que, a los 67’, cayó el gol que definiría la final: tras un tiro de esquina perfectamente ejecutado por Giorgian De Arrascaeta, Danilo ganó en lo alto y, con un potente cabezazo, firmó el 1-0 para los cariocas.
El Verdao buscó la igualdad con más ímpetu que claridad. La defensa rubro-negra, con Rossi ordenando desde el fondo, resistió cada intento. La más clara llegó en los minutos finales, cuando Vitor Roque recibió dentro del área chica, pero su remate se fue por encima del arco, diluyendo la última esperanza paulista.
Flamengo administró la ventaja con oficio y cerró una actuación sólida en la final para consagrarse nuevamente campeón de América. Con el gol de Danilo como sello del título, el Mengao sumó su cuarta Copa Libertadores y reafirmó su estatus como uno de los gigantes del continente
