LeBron James acelera su regreso: el ícono de los Lakers se prepara para volver tras una larga espera
Después de semanas de incertidumbre, LeBron James ha recibido la autorización médica para comenzar actividades de baloncesto con contacto, en lo que parece ser el tramo final de su recuperación. El jugador de 40 años, máximo anotador en la historia de la NBA, encara la posibilidad de volver a las duelas en el inicio de su temporada número 23, un hito sin precedentes en la liga.
El veterano aún no ha debutado en la presente campaña, tras sufrir una irritación en el nervio ciático que lo marginó desde el campamento de entrenamiento. Sin embargo, su evolución ha sido positiva y el equipo informó que será reevaluado por el cuerpo médico en una o dos semanas.
Durante el último mes, James ha trabajado en solitario, fortaleciendo su físico y manteniendo el ritmo con rutinas personalizadas en las instalaciones de los Lakers. El siguiente paso será volver a los entrenamientos de cinco contra cinco, aunque su reincorporación completa dependerá del calendario del equipo, que iniciará una gira de cinco partidos a partir del sábado en Atlanta.
El entrenador JJ Redick, quien vive su primera temporada al frente del banquillo angelino, mantiene la cautela:
“No tenemos un día marcado para su regreso, pero confiamos en que esté listo para la segunda o tercera semana de noviembre”, explicó el técnico, subrayando que la prioridad es la salud del jugador.
Mientras LeBron se prepara en Los Ángeles —y podría incluso sumar minutos de entrenamiento con el equipo filial de la G League durante la gira—, los Lakers han sorprendido en su ausencia. El equipo se impuso 118-116 a San Antonio el miércoles, con 35 puntos de Luka Doncic, sumando su quinta victoria consecutiva y un sólido inicio de 7-2 en la temporada.
A pesar de las bajas de Austin Reaves y el propio Doncic en distintos tramos por descanso o molestias físicas, el conjunto angelino ha mostrado cohesión y carácter, alimentando la ilusión de volver a pelear por el campeonato seis años después del título conquistado por James y Anthony Davis en la “burbuja” de Orlando.
El regreso de LeBron no solo representará un impulso deportivo, sino también emocional para una franquicia que ha aprendido a competir sin él, pero que sigue encontrando en su figura la esencia del liderazgo y la ambición. Su retorno, cada vez más cercano, promete reavivar la expectativa en torno a unos Lakers que, con o sin su estrella, se mantienen firmes entre los mejores del Oeste.
