Liverpool debuta con remontada y vence al Bournemouth en un vibrante estreno en la Premier

El camino del campeón defensor en la Premier League comenzó con emociones fuertes y un partido que parecía controlado pero que terminó resolviéndose con carácter. El Liverpool de Arne Slot derrotó 4-2 al Bournemouth en Anfield en un encuentro que tuvo de todo: debut goleador, desconcentraciones defensivas y una reacción a tiempo para asegurar los primeros tres puntos del campeonato.

Desde el inicio, los Reds impusieron condiciones y trasladaron esa superioridad al marcador a los 37 minutos. Hugo Ekitike, en su estreno oficial con el Liverpool tras llegar procedente del Eintracht Frankfurt, abrió la cuenta luego de una buena asistencia de Alexis Mac Allister. El delantero francés mostró potencia y determinación para superar la marca de Marcos Senesi y, mano a mano ante Petrovic, definió con tranquilidad junto al palo izquierdo.

El arranque del segundo tiempo siguió con el mismo guion. Apenas a los 4 minutos, Liverpool amplió la ventaja gracias a Cody Gakpo. El neerlandés recibió dentro del área un pase de Ekitike, se abrió paso entre defensores y remató cruzado para poner el 2-0.

Cuando parecía que el campeón tenía todo bajo control, el Bournemouth reaccionó aprovechando errores en defensa. A los 19 minutos, Virgil van Dijk quedó enganchado tras un rebote y habilitó involuntariamente a Brooks, quien centró para la aparición en solitario de Antoine Semenyo, que cruzó su remate para descontar. El golpe desestabilizó al local y a los 31’, Semenyo volvió a aparecer con una gran conducción de área a área tras un balón perdido por Liverpool. El ghanés se acomodó en la frontal y sacó un zurdazo que valió el 2-2.

Obligado a reaccionar, Arne Slot movió el banco e hizo ingresar a Federico Chiesa a los 37 minutos en lugar de Florian Wirtz. El italiano necesitó apenas seis minutos para hacerse sentir: tomó un balón suelto en el área tras un mal rechazo de la zaga visitante y volvió a adelantar al Liverpool con un disparo certero.

Ya en tiempo añadido, Mohamed Salah sentenció el partido con una jugada individual marca registrada. El egipcio presionó una pelota que parecía perdida, dejó atrás a su marcador con un recorte y definió al palo más lejano del arquero para sellar el 4-2 definitivo.

Con más sufrimiento del esperado, el Liverpool comenzó la defensa de su título con una valiosa y trabajada victoria ante un Bournemouth que se plantó con valentía en Anfield.