Los Dodgers, un fin de semana para marcar territorio

Durante semanas caminaron en territorio desconocido, persiguiendo desde la sombra. Pero este fin de semana los Dodgers decidieron que era momento de retomar su lugar de costumbre.
Y lo hicieron a su manera: con poder, carácter… y un latigazo en el octavo inning.

Los Ángeles arrancó la serie en segundo lugar de la División Oeste de la Liga Nacional —algo que no les pasaba tan avanzada una temporada desde 2021— y terminaron el domingo en la cima. Una barrida que no solamente sacude la clasificación, también manda un mensaje directo a sus rivales.

El juego del domingo fue una montaña rusa. Apenas habían pasado unos minutos y Freddie Freeman ya había puesto de pie al Dodger Stadium con un cuadrangular de tres carreras. Andy Pagés añadió un bambinazo solitario y Yu Darvish quedó contra las cuerdas. Parecía que iba a ser una tarde tranquila.

La ofensiva de San Diego reaccionó en los innings intermedios y logró empatar en la octava entrada, justo cuando Alex Vesia heredó corredores en posición de anotar. El empate llegó, la tensión subió y el Dodger Stadium se congeló por un instante.

Con cuenta de 2-0, Robert Suárez le lanzó una recta al corazón del plato y Betts respondió con un swing que explotó entre el jardín izquierdo y central. El público soltó un rugido que se escuchó hasta Pasadena. Una carrera, una afirmación y una declaración de intenciones: los Dodgers estaban de vuelta.

“Muy satisfactorio”, dijo después Dave Roberts. Y no era para menos. Su equipo no solo ganó tres juegos al hilo por primera vez en seis semanas, también le dio la vuelta a la tabla y se aseguró la ventaja en caso de un eventual empate, gracias a su dominio (8-2) sobre los Padres en esta temporada.

El bullpen, al que no reforzaron en la Fecha Límite, volvió a responder. Vesia apretó el puño y sacó los últimos outs frente al lineup de San Diego, sellando un 5-4 que podría terminar valiendo más que una simple victoria en agosto.

Tal vez sea pronto para hablar de impulsos definitivos. Pero si alguien buscaba señales… ahí están.
Los Dodgers miran para abajo otra vez. Y Mookie Betts recordó cómo se lidera con el bate.