Rams aplastan a Buccaneers y toman el liderato de la NFC con actuación dominante en horario estelar
Los Angeles Rams confirmaron su gran momento al imponerse con autoridad 34-7 sobre los Tampa Bay Buccaneers, resultado que los coloca como el sembrado número uno de la Conferencia Nacional y extiende su racha ganadora a seis partidos consecutivos. El equipo de Sean McVay construyó el triunfo desde una explosiva primera mitad de 31 puntos que dejó sin respuesta a la defensiva visitante.
Matthew Stafford volvió a comandar con precisión la ofensiva angelina al completar 25 de 35 pases para 273 yardas y tres touchdowns, dos de ellos capturados por Davante Adams, quien fue una pesadilla constante para la secundaria de Tampa Bay. Colby Parkinson también se hizo presente en las diagonales, mientras que Cobie Durant cambió el rumbo del encuentro con una intercepción devuelta 50 yardas para anotación.
La defensiva de los Rams impuso condiciones de principio a fin. Jared Verse y Kobie Turner registraron dos capturas cada uno, presionando de forma constante a Baker Mayfield, quien apenas acumuló 60 yardas totales y lanzó dos intercepciones antes de abandonar el juego por una lesión en el hombro izquierdo. En su lugar ingresó Teddy Bridgewater, pero Tampa Bay solo generó 70 yardas aéreas netas en toda la noche.
Por los Buccaneers, Tez Johnson consiguió el único touchdown tras recepción de Mayfield, quien mostró evidentes molestias físicas desde el segundo cuarto. La derrota representa la tercera consecutiva para Tampa Bay, que ha permitido 106 puntos en ese lapso y ahora ve cómo los Carolina Panthers los alcanzan en la cima de la NFC Sur.
Con este triunfo, Los Angeles supera a los Eagles y se adueña del mejor lugar de la conferencia con marca de 9-2, manteniéndose invicto desde el 2 de octubre y consolidándose como uno de los grandes candidatos al Super Bowl.
En una noche redonda para los Rams, Davante Adams volvió a brillar y reafirmó su etiqueta de figura al sumar dos anotaciones más y mantenerse como líder de la NFL con 12 recepciones de touchdown, convirtiéndose en el jugador más determinante del encuentro.
