Verstappen se agiganta en Bakú; Piastri prueba la dureza del campeonato

En las calles de Bakú se vivió un Gran Premio que podría marcar un giro en la temporada 2025 de Fórmula 1. Max Verstappen no sólo ganó: arrasó. Con un nuevo Grand Slam —el segundo consecutivo—, el neerlandés firmó su cuarta victoria del año y dejó un mensaje contundente: la batalla por el título sigue abierta.
El piloto de Red Bull dominó cada aspecto de la carrera. Pole position, vuelta rápida y liderazgo absoluto en un trazado que premia la potencia y la precisión, dos virtudes que el RB21 mostró de sobra. Para Verstappen, fue la victoria número 67 de su carrera y la segunda bajo el mando de Laurent Mekies, quien comienza a consolidar su gestión con resultados inmediatos.
En contraste, Oscar Piastri vivió una pesadilla. El australiano, líder del campeonato, no logró completar ni una vuelta. Una mala largada lo dejó rezagado y, en su intento por recuperar posiciones, se encontró con el muro en la curva seis tras un arriesgado movimiento contra Esteban Ocon. El golpe fue simbólico: un líder que parecía intocable mostró su fragilidad en el momento menos esperado.
El abandono de Piastri abrió un escenario que pudo favorecer a Lando Norris. Sin embargo, el británico apenas pudo rescatar un séptimo lugar, con lo que sumó seis puntos y redujo a 25 la ventaja de su compañero. Lejos de aprovechar el traspié del líder, McLaren se fue con un sabor agridulce.
La emoción del podio tuvo otros protagonistas. George Russell, con un Mercedes que empieza a encontrar ritmo, se quedó con el segundo puesto tras una carrera inteligente. La gran sorpresa fue Carlos Sainz: el español logró el tercer lugar y regaló a Williams su primer podio desde 2021, un resultado que puede significar mucho más que una anécdota en Grove.
Detrás, nombres como Kimi Antonelli, Liam Lawson y Yuki Tsunoda mostraron que el pelotón medio sigue siendo una batalla feroz. El japonés, además, obtuvo un resultado vital en medio de la presión por su continuidad en el programa de Red Bull.
Bakú, con su recta interminable y curvas traicioneras, dejó un doble mensaje: Verstappen sigue siendo la vara con la que todos se miden y Piastri, pese a liderar el campeonato, ya sabe lo caro que cuesta un error en la élite. La temporada aún tiene mucho camino por recorrer, y la presión en la cima comienza a crecer.